El Pentágono ha aprobado una nueva política que permite a las bases militares derribar aviones privados y comerciales que se consideran una amenaza. Según lo informado por Military Times, la propuesta fue enviada por primera vez en julio, y aunque el contenido exacto es clasificado, contiene detalles sobre cómo lidiar con drones cuando se acercan o entran en una zona de prohibición de vuelo.
El portavoz del Pentágono, el Capitán de la Armada Jeff Davis, dijo que los drones infractores pueden ser incautados y que “la nueva guía brinda la capacidad de tomar medidas para detener estas amenazas y que incluye inhabilitar, destruir y rastrear”. Sin embargo alego, “todo dependerá de las circunstancias específicas”.
Las bases del ejército han sido consideradas zonas de exclusión aérea durante años, junto con parques nacionales, estadios deportivos importantes cuando ocurren eventos y cualquier cosa dentro de un radio de cinco millas de un aeropuerto importante y un radio de 15 millas del Aeropuerto Nacional Reagan. A principios de este año, la FAA también prohibió el uso no autorizado de aviones no tripulados en más de 133 instalaciones militares adicionales. Anteriormente, las sanciones por uso no autorizado de aviones no tripulados en las zonas de exclusión aérea sólo incluían multas o cárcel.
Algunos drones tienen geofencing incorporado para evitar zonas de prohibición de vuelo, pero la medida no es infalible. Sin embargo, las modificaciones para aludir las zonas de vuelo prohibidas se pueden comprar fácilmente de empresas como la entidad de software rusa Coptersafe, que permite a los drones DJI superar las zonas de exclusión aérea impuestas por el gobierno y los militares. Como resultado de las vulnerabilidades, el Ejército estadounidense pidió recientemente a todas las unidades que interrumpieran el uso de drones DJI para misiones.
La nueva política del Pentágono viene después de una propuesta separada de la administración Trump que busca dejar que las agencias gubernamentales monitoreen cualquier sistema de aeronaves no tripulado que vuele sobre una “facilidad cubierta, ubicación o instalación” prohibida por Estados Unidos y así otorgar la posibilidad de que el mismo se inhabilite o destruya si se considera una amenaza.
