Funcionarios militares de Turquía han confirmado recientemente su dependencia cada vez mayor de los sistemas de aviones no tripulados, en especial, para impulsar la lucha asimétrica del país contra los insurgentes kurdos y los grupos islámicos hostiles que combaten en la guerra civil Siria.
Las capacidades de los vehículos aéreos no tripulados producidos en Turquía desde el año 2015 están dando “excelentes resultados” en la lucha contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán, o PKK, un grupo insurgente prohibido por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea. La lucha del PKK por conseguir una patria kurda ha causado más de 40.000 muertes desde 1984.
Un portavoz del departamento de adquisiciones confirmó que: “Había un creciente deseo por parte del usuario final (el militar), por los sistemas de drones y subsistemas producidos en el propio país. Se espera que en los próximos años se verá una demanda aún mayor de UAVs y las capacidades relacionadas con los mismos”.
El gobierno turco lleva varios años invirtiendo en tecnología de drones militares. Las posibilidades de estos aparatos en conflictos bélicos y espionaje, están ayudando al crecimiento del sector en general.
A finales de junio, la oficina de compras de Turquía, la Subsecretaría de Industrias de Defensa, o SSM, publicó una solicitud de información para un nuevo programa de compras de un sistema de drones con capacidades de fotografía aérea. La Subsecretaría confirmó que esta opción estaría abierta sólo para productos locales.
Así mismo, también en el mes de junio, la propia SSM lanzó otra solicitud de información para la adquisición de un sistema de despegue vertical y aterrizaje basado en buques.
Una fuente de la industria informó que “este último programa confirma que los requerimientos de los aviones no tripulados solicitados por Turquía, no se limitan solamente a la guerra terrestre asimétrica”.
La industria local está prosperando para hacer frente a la fuerte demanda. En marzo, la compañía Baykar Makina, especializada en la fabricación y diseño de drones o aviones no tripulados, entregó un lote de seis aviones armados a los militares turcos. El sistema Bayraktar TB-2, estaría estacionado en Elazig, una ciudad de la región de Anatolia Oriental cerca de las zonas de insurgencia kurda.
Turquía probó el pasado año el TB2, el primer avión no tripulado construido por completo en el país. Las pruebas realizadas, dejaron muy contentos a los expertos.
El drone alcanzó con éxito su objetivo en el campo de pruebas de Konya en el centro de Anatolia desde una distancia de ocho kilómetros. El TB2 Bayraktar utiliza el MAM-L y el MAM-C, dos mini municiones inteligentes desarrolladas y producidas por Roketsan, el fabricante de misiles controlado por el estado.
Los mini sistemas de Roketsan pesan 22,5 kilogramos, incluyendo una ojiva de 10 kilogramos.
La industria local de Turquía también está desarrollando el BSI-101, un sistema SIGINT de obtención de información mediante la intercepción de señales electrónicas, para que la empresa Bayraktar termine con la dependencia de Turquía de los sistemas SIGINT fabricados por Estados Unidos para aviones no tripulados.
El TB2 Bayraktar puede volar a una altitud máxima de 24.000 pies. Su alcance de comunicaciones es de 150 kilómetros. La aeronave puede transportar hasta 55 kilogramos de carga útil. Su record de autonomía en el aire se estableció cuando voló 24 horas y 34 minutos a 18.000 pies el 5 de agosto de 2014.
En junio, la empresa de defensa privada turca, Meteksan Savunma, dijo que había desarrollado con éxito el primer sistema automático de despegue y aterrizaje automático del país, o ATOL, un sistema para las maniobras de aproximación y aterrizaje en condiciones de escasa visibilidad, para aviones no tripulados.
La compañía informó que el sistema OKIS en sus siglas turcas, tiene como objetivo reemplazar los sistemas ATOL importados y que actualmente se utiliza en los drones fabricados en Turquía.
El sistema OKIS portátil basado en radar cuenta con dos componentes principales: un transponder y una antena en la plataforma, y un sistema de radar en tierra diseñado para garantizar un despegue y aterrizaje seguro.