Traducido y adaptado por Negro2000
Para www.zona-militar.com

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La declaración del candidato presidencial republicano Donald Trump sobre las tropas estadounidenses estacionadas en Corea del Sur – sugiriendo que Seúl debería pagar por su protección – y las repetidas pruebas nucleares de Corea del Norte, llaman la atención al ser una de las construcciones geopolíticas más peculiares de la post-guerra, la división la península de Corea en dos estados, popularmente conocidas como Corea del Norte y Corea del Sur.

Esta división fue el resultado directo de la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial que puso fin a la ocupación japonesa en la península. En 1910, Japón se anexo a la entonces Corea, dándole el estatus de provincia. Con la derrota de Japón en la guerra, los Estados Unidos y la Unión Soviética asumieron la administración del territorio coreano y lo dividirían entre sí, dando lugar a los dos estados actuales el del norte y el del sur.

En 1950, Corea del Norte invadió al Sur para tratar de imponer la reunificación de la península sin éxito. Por el contrario, el conflicto de tres años da como resultante del mismo, la Guerra de Corea, y con el tiempo como solución la división entre el Norte comunista, ya bajo la esfera e influencia de China y el Sur capitalista, aliado de Estados Unidos. Sin grandes cambios, esta es la situación que continúa hasta hoy.

Un pilar esencial para mantener este status quo son los intereses de China. Muchos analistas consideran que Corea del Norte es un estado tapón cuya existencia impide que China tenga frontera con un país capitalista y aliado de los Estados Unidos, donde están estacionados 28.000 soldados estadounidenses.

A favor de este punto de vista es la idea de que China tiene su punto más vulnerable en la frontera con la península de Corea. En otros lugares, este país de dimensiones continentales es difícil de ser atacado, con montañas, bosques, desiertos y Siberia, que ofrece una protección natural. Como ha señalado el experto geopolítico George Friedman, uno de los pocos lugares en los que China es vulnerable es el río Yalu, que separa al país de Corea del Norte.

Por lo tanto, es de total interés de China que Corea del Norte siga siendo exactamente lo que es – un régimen comunista, el enemigo de Estados Unidos – y que la reunificación de la Península Coreana nunca ocurra.

Friedman, sin embargo, va un poco más allá en su análisis de la importancia geopolítica de Corea del Norte para China: según él, la existencia de este pequeño país comunista con sus obsesiones nucleares, plantea la dependencia que los EE.UU. tiene de China – porque sólo China puede manejar esta amenaza incontrolable – (a ojos de Estados Unidos). Así, mientras exista una Corea del Norte y su programa nuclear, Estados Unidos necesitará de China para controlar el peligro y evitar el conflicto.

En los últimos años, sin embargo, el gobierno chino ha dado señales de estar perdiendo la paciencia con Corea del Norte y su juego nuclear. A principios de marzo, los chinos accedieron a endurecer las sanciones contra el régimen de Pyongyang en el Consejo de Seguridad de la ONU, pero no con tanta fuerza como para arriesgar la estabilidad del régimen en el pequeño país vecino.

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