Andrés A. Gazzo
Veterano Guerra de Malvinas
Gracias Diego B por la referencia, así puedo ver detalles de ese triste día. Un abrazo, QUEKA
Experiencias de la ROA de FAA en la BAM Cóndor
- Tema iniciado Jualbo
- Fecha de inicio
Gracias Diego B por la referencia, así puedo ver detalles de ese triste día. Un abrazo, QUEKA
LINCE 101
Colaborador
BIGUA: recupere la contraeña...pasa en las mejores familias..otra ves en el aire...con mas ganas.
Ok LINCE...bienvenido al Istmo de Darwin,Lafonia,Seno del Choiseul,Cerro Alberdi,Dos Lomas ,Punta Cantera y tantos lugares mas de la Isla Soledad-Islas Malvinas-Provincia de la Tierra del Fuego e Islas del Atlantico Sur-REPUBLICA ARGENTINA.
BIGUÁ
Nicolas Kasanzew
Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
Tuve el honor y el gusto de pasar muchas horas en compañía del capitán Carlos Alberto Molteni en Malvinas. Un tipazo. Que ademas, sin haber hecho la carrera de piloto de combate, se jugó saliendo a atacar. Encima, un gran cantor de tangos, que cada tanto se presenta en algún reducto de Buenos Aires. Molteni es un hombre de muchos talentos. Por ejemplo, ademas de los enumerados, es un exitoso ejecutivo y ha escrito el guión para una película, centrado en el conflicto de Malvinas (que aun espera a su realizador). Acá está con algunos de sus tangos.
LINCE 101
Colaborador
Se que me reta y se me enoja..el BIGUA, pero extrañaba estas charlas, cuando le digo que es uno de los referentes y estudiosos, que comparte mucho para muchos sepamos, y no olvidemos. y seguro...ajaja la semana que viene.me va a retar de nuevo...ajajjaj
Andrés A. Gazzo
Veterano Guerra de Malvinas
Amigos foristas:
De algunas referencias enviadas por Calquín, se puede apreciar una vez más, tal como lo ha comentado siempre muy claramente BIGUA, cómo era la situación de un POA de la BAM CONDOR:
La siguiente es la transcripción del relato del POA ROCA (Alf. Egurza -hoy Comodoro- y el mismo Sold. Coronel, que luego estuvo con el Bigüá, lo que reafirma lo dicho de nuestros valerosos soldados y las que se bancaron:
"... Viviamos en tensión permanente, con todos los sentidos puestos en los posibles movimientos. Quince quilómetros nos separaban de la Base. Distancia más que suficiente para no poder recibir apoyo, en caso de necesitarlo de inmediato, ya que los ataques a estos puestos siempre fueron nocturnos y nuestros helicópteros no podian volar a ciegas.
Nos comunicábamos con la central por medio de unos pequeños equipos de mano, que para economizar carga, eran prendidos únicamente en el momento de la trasmisión. La misma, se realizaba sistemáticamente, pasado los cinco minutos de cada hora cuando no había novedad, mientras que de haberla, lo hacíamos al instante.
En el transcurso de la noche muy fría, al encender el equipo para comunicarme con la Base, escuché que un puesto vecino (HIENA), informaba que un helicóptero acababa de pasar cerca de ellos. Después de dar varias vueltas a su alrededor descendió, no pudiendo comprobarse si había dejado a alguna persona. La alerta roja estaba en marcha por lo cual, después de escuchar el informe, quedé muy atento en aquella dirección. Al cabo de tres horas, comencé a ver un nutrido fuego de fusiles sobre el puesto vecino.
Era indudable que habían sido descubiertos; las transmisiones de éste cesaron y se perdió contacto. Nuestra preocupación iba en aumento, existía una pregunta: ¿qué suerte habrían corrido? No teníamos la respuesta. Minutos más tarde. comienzan a encender bengalas en el cielo, acompañadas de un montón de disparos que se cruzaban.
Eran evidentemente dos grupos comando, y esta vez se encontraban muy cerca de nuestra posición. Decido replegar unos trescientos metros del lugar donde nos encontrábamos.
El combate se acercaba lentamente en forma constante e inexorable hacia nuestra posición. En esos momentos me comuniqué con la Base y pedí que informen al grupo que se encontraba empeñado en combate, de nuestra presencia, con el fin de evitar ser batidos por propia tropa. De pronto, todo cesó, no se veían más disparos entrecruzándose. Todo volvió a ser silencioso.
Decidí permanecer en dicha posición en espera de los acontecimientos. En las dos horas siguientes no se quebró el silencio, ni pudimos observar movimiento alguno.
Volvimos lentamente a nuestra posición original pero a mitad de camino, una bengala iluminó el terreno. Estaba sobre nuestras cabezas. La reacción fue instintiva, ponernos a cubierto.
El problema era dónde. Ya no había ningún lugar apropiado, todo era llano. Los disparos comenzaron de nuevo, nos pasaban cerca. La orden fue cuerpo a tierra; el soldado la cumplió al instante.
El fuego continuaba y en ese momento comence a sentir pasos a unos doce o quince metros a mi derecha, entonces comprendí que esos disparos eran dirigidos a ellos.
Nueve hombres se encontraban en retirada. Otro grupo comando los seguía de cerca. Nos quedamos inmóviles, no los veíamos ya que la noche era muy cerrada pero sus movimientos se escucharon claramente. Le indiqué al soldado que no haga ningún movimiento ni ruido que nos pudiera delatar.
El soldado se colocó a mi izquierda para prestarme apoyo, avancé arrastrándome suavemente hacia adelante para poder divisarlos, pero fue inútil, la oscuridad era total.
Nos comenzaron a rodear, la suerte estaba echada, estábamos en desventaja pero teníamos que atacar. En esos momentos llevábamos varias horas a la intemperie y mojados por el rocío. El frío nos calaba los huesos y perdíamos la sensibilidad. No podía empuñar bien mi fusil ya que tenia una mano congelada.
Comence a disparar, el soldado se encontraba detrás mío en oblicuo; no podía disparar desde esa posición y prácticamente no se podía mover, estaba casi congelado. Sin embargo, debíamos resistir lo más que pudiéramos; el grupo comando que venia en persecución del otro nos prestaría apoyo.
Resumo lo ocurrido. Nunca tomamos contacto con el grupo comando que venía detrás. Al regresar a la Base, después de unos días, nos enteramos que ningún grupo había salido a reprimir el ataque de ese comando enemigo..."
Lo dicho por el POA ROCA, quedó corroborado en el libro de Vicent Brandley "VIAJE AL INFIERNO" donde menciona que nunca supieron el por qué 2 compañías de ellos (PARA) se habían disparado mutuamente en la noche.
La realidad es que al haber hecho el Gringo Egurza fuego contra quienes él pensaba que eran enemigos pensando que los otros que venían detrás eran fuerzas amigas, quedó en medio del fuego cruzado de ambos grupos, a cubierto en una leve hondonada, logrando que entre ambos combatiesen, siendo que eran todos ingleses, lo que denota que tuvieron también sus graves errores y fallas en las comunicaciones.
Un abrazo,
QUEKA
De algunas referencias enviadas por Calquín, se puede apreciar una vez más, tal como lo ha comentado siempre muy claramente BIGUA, cómo era la situación de un POA de la BAM CONDOR:
La siguiente es la transcripción del relato del POA ROCA (Alf. Egurza -hoy Comodoro- y el mismo Sold. Coronel, que luego estuvo con el Bigüá, lo que reafirma lo dicho de nuestros valerosos soldados y las que se bancaron:
"... Viviamos en tensión permanente, con todos los sentidos puestos en los posibles movimientos. Quince quilómetros nos separaban de la Base. Distancia más que suficiente para no poder recibir apoyo, en caso de necesitarlo de inmediato, ya que los ataques a estos puestos siempre fueron nocturnos y nuestros helicópteros no podian volar a ciegas.
Nos comunicábamos con la central por medio de unos pequeños equipos de mano, que para economizar carga, eran prendidos únicamente en el momento de la trasmisión. La misma, se realizaba sistemáticamente, pasado los cinco minutos de cada hora cuando no había novedad, mientras que de haberla, lo hacíamos al instante.
En el transcurso de la noche muy fría, al encender el equipo para comunicarme con la Base, escuché que un puesto vecino (HIENA), informaba que un helicóptero acababa de pasar cerca de ellos. Después de dar varias vueltas a su alrededor descendió, no pudiendo comprobarse si había dejado a alguna persona. La alerta roja estaba en marcha por lo cual, después de escuchar el informe, quedé muy atento en aquella dirección. Al cabo de tres horas, comencé a ver un nutrido fuego de fusiles sobre el puesto vecino.
Era indudable que habían sido descubiertos; las transmisiones de éste cesaron y se perdió contacto. Nuestra preocupación iba en aumento, existía una pregunta: ¿qué suerte habrían corrido? No teníamos la respuesta. Minutos más tarde. comienzan a encender bengalas en el cielo, acompañadas de un montón de disparos que se cruzaban.
Eran evidentemente dos grupos comando, y esta vez se encontraban muy cerca de nuestra posición. Decido replegar unos trescientos metros del lugar donde nos encontrábamos.
El combate se acercaba lentamente en forma constante e inexorable hacia nuestra posición. En esos momentos me comuniqué con la Base y pedí que informen al grupo que se encontraba empeñado en combate, de nuestra presencia, con el fin de evitar ser batidos por propia tropa. De pronto, todo cesó, no se veían más disparos entrecruzándose. Todo volvió a ser silencioso.
Decidí permanecer en dicha posición en espera de los acontecimientos. En las dos horas siguientes no se quebró el silencio, ni pudimos observar movimiento alguno.
Volvimos lentamente a nuestra posición original pero a mitad de camino, una bengala iluminó el terreno. Estaba sobre nuestras cabezas. La reacción fue instintiva, ponernos a cubierto.
El problema era dónde. Ya no había ningún lugar apropiado, todo era llano. Los disparos comenzaron de nuevo, nos pasaban cerca. La orden fue cuerpo a tierra; el soldado la cumplió al instante.
El fuego continuaba y en ese momento comence a sentir pasos a unos doce o quince metros a mi derecha, entonces comprendí que esos disparos eran dirigidos a ellos.
Nueve hombres se encontraban en retirada. Otro grupo comando los seguía de cerca. Nos quedamos inmóviles, no los veíamos ya que la noche era muy cerrada pero sus movimientos se escucharon claramente. Le indiqué al soldado que no haga ningún movimiento ni ruido que nos pudiera delatar.
El soldado se colocó a mi izquierda para prestarme apoyo, avancé arrastrándome suavemente hacia adelante para poder divisarlos, pero fue inútil, la oscuridad era total.
Nos comenzaron a rodear, la suerte estaba echada, estábamos en desventaja pero teníamos que atacar. En esos momentos llevábamos varias horas a la intemperie y mojados por el rocío. El frío nos calaba los huesos y perdíamos la sensibilidad. No podía empuñar bien mi fusil ya que tenia una mano congelada.
Comence a disparar, el soldado se encontraba detrás mío en oblicuo; no podía disparar desde esa posición y prácticamente no se podía mover, estaba casi congelado. Sin embargo, debíamos resistir lo más que pudiéramos; el grupo comando que venia en persecución del otro nos prestaría apoyo.
Resumo lo ocurrido. Nunca tomamos contacto con el grupo comando que venía detrás. Al regresar a la Base, después de unos días, nos enteramos que ningún grupo había salido a reprimir el ataque de ese comando enemigo..."
Lo dicho por el POA ROCA, quedó corroborado en el libro de Vicent Brandley "VIAJE AL INFIERNO" donde menciona que nunca supieron el por qué 2 compañías de ellos (PARA) se habían disparado mutuamente en la noche.
La realidad es que al haber hecho el Gringo Egurza fuego contra quienes él pensaba que eran enemigos pensando que los otros que venían detrás eran fuerzas amigas, quedó en medio del fuego cruzado de ambos grupos, a cubierto en una leve hondonada, logrando que entre ambos combatiesen, siendo que eran todos ingleses, lo que denota que tuvieron también sus graves errores y fallas en las comunicaciones.
Un abrazo,
QUEKA
Estimado Nicolás:
Cómo anda usted? Podría aclarar sobre la especialidad del Cap Molteni? Y que usted dice "sin haber hecho la carrera de piloto de combate"
Le mando un gran abrazo desde el Caldenal Pampeano
QUEKA!!!
Que grande que el Gringo Egurza haya escrito esto!!!! rompio el silencio de 30 años!!!! estuve con el hace unos dias,le pedí que contara nuestras cosas,que le haria bien...que la FUERZA AEREA ARGENTINA,no solo combatió en el aire...lo hizo tambien en la turba!!!!
Todas estas vivencias las habia escrito en nombre de Ustedes...ahora ya estan en manos de Ustedes!!! y eso es lo importante para que se conozcan y no se pierdan en el futuro,para las nuevas generaciones.
FELICITACIONES...
Con afecto de hermanos de sangre
BIGUÁ
Que grande que el Gringo Egurza haya escrito esto!!!! rompio el silencio de 30 años!!!! estuve con el hace unos dias,le pedí que contara nuestras cosas,que le haria bien...que la FUERZA AEREA ARGENTINA,no solo combatió en el aire...lo hizo tambien en la turba!!!!
Todas estas vivencias las habia escrito en nombre de Ustedes...ahora ya estan en manos de Ustedes!!! y eso es lo importante para que se conozcan y no se pierdan en el futuro,para las nuevas generaciones.
FELICITACIONES...
Con afecto de hermanos de sangre
BIGUÁ
Andrés A. Gazzo
Veterano Guerra de Malvinas
Continuando con el relato del ALF. EGURZA, se transcribe a continuación desde el momento en que ya se había producido el RESCOM del BIGUA.
Aunque 30 años después suene algo frío, les aseguro que la presión psicológica que recibe un POA es terrible: sabe que es carne cañón necesaria, que casi seguro no recibirá apoyo para un rescate (Por eso nos alegró lo del Bigüá, ya que antes solo se había logrado con el Alf. Blázquez, luego de ser atacado su POA por FFEE inglesas), que de su información penden vidas y materiales propios y del mantenerse despierto, más bajas a personal y material del ENO.
No hacíamos fuego, había heridas aún no curadas de antes (Pero sólo lo sabían el indio Miranda y Beranek, los médicos nuestros, no fuera cosa que por eso nos desafectaran), machuques propios de la marcha:
"
El rescate se demoró mucho ya que con la nevada era imposible ubicarlos. Finalmente los hallaron y posteriormente vino a nuestra posición a llevarnos a nosotros también; pero de Puerto Argentino, nos ordenaron mantener la posición y en este momento supimos que no íbamos a tener ninguna otra oportunidad. Era necesario que nosotros nos quedáramos allí para informar cuando el enemigo empezara su avance hacia Puerto Argentino.
Tres días después, ocho “palas” enemigos avanzaron hacia Puerto Argentino por la costa, motivo por el cual volteábamos la carpa, efectuamos la comunicación correspondiente y ocupamos posiciones por si atacaban. Los “palas” enemigos descargaron casi todo su fuego contra otras posiciones muy cercanas a la nuestra donde había una patrullera de prefectura semihundida. Al regresar pasaron sobre nuestras posición. Colocamos las strim a nuestros fusiles y nos aprontamos para recibir el fuego enemigo. Como no les quedaba más armamento, sólo nos pasaron por arriba y se dirigieron rápidamente a Darwin. Esto nos dio tiempo de recoger el equipo de radio y emprender el repliegue a Puerto Argentino.
Apenas habíamos hecho dos kilómetros se vinieron encima de nuestra posición lanzando cohetes. Nos metimos dentro de un pequeño arroyo, nos camuflamos y esperamos que se hiciera de noche ya que venían buscándonos por todos lados.
Una vez que oscureció el soldado que había estado con los civiles recordaba un diálogo que había tenido con uno de ellos, el cual le había dicho que en tal rumbo se encontraba la posición de otro ROA de Puerto Argentino; así que con la brújula y el mapa nos dirigimos al monte Pleasent, en el cual supuestamente deberían estar los nuestros.
La nevada, el frío y el principio de congelamiento habían comenzado a ponernos las trabas para no poder llegar. Avanzamos parte de la noche con los “palas” enemigos constantemente pisándonos los talones, pero no pudimos proseguir ya que había un río correntoso y como la neblina estaba al ras del piso el visor nocturno no tenía gran efectividad.
A las dos horas, cuando amaneció y comprobamos que no era profundo, nos sacamos parte de la ropa y lo cruzamos; nos dañó muchísimo los pies y se agravó el problema del congelamiento en nuestras piernas y pies.
Gracias a que había 0 de techo y no más de 50 metros de visibilidad pudimos proseguir la marcha durante el día. Lo hacíamos por las alturas ya que en las zonas bajas la bruma era mucho menos densa. Pudimos avanzar bastante pero a las 11 de la mañana del día tres de junio y pese a esas condiciones climatológicas se nos vinieron encima y nos tiramos en un barranco escondiéndonos dentro de un arroyo cubiertos con plantas sobre la cabeza.
Nos quedamos allí hasta las 18:00 Hs, habíamos marcado en nuestro mapa el lugar donde nos encontrábamos; le tomamos el tiempo a los helicópteros. Pasaban sobre nuestra vertical y volvían a pasar en sentido contrario. Así podíamos apreciar en donde estaban dejando el personal y equipos.
Sentíamos una gran impotencia ya que con las granadas antitanque, hubiésemos podido hacer estragos, pero hubiéramos sido descubiertos y la información que poseíamos no habría podido llegar a destino.
Había que pasar desapercibidos y encontrar una batería para poder utilizar el equipo, las luces de avanzada enemiga nos había sobrepasado unos 50 Km, aproximadamente y habiamos cubierto parte del trayecto observando todos sus movimientos. El objetivo era claro: había que proseguir a toda costa. Carecíamos de alimentos ya que lo poco que teníamos, lo íbamos dejando en el camino; había que aligerar el peso, de lo contrario nos retrasaría y los minutos eran fundamentales. El agua la guardábamos en una caramañola que compartíamos entre los cuatro. La obteníamos, cuando teníamos suerte, de algún hilo de agua que corría por pequeños surcos en la tierra, cuando no, en charcos estancados. Luego de muchas horas de permanecer en ese lugar, nuestro cuerpo no resistía más.
Cuando anocheció proseguimos la marcha y llegamos a una casa que quedaba al pie del monte que buscábamos. La rodeamos comprobando que no había nadie y tratamos de conseguir una batería para poder hacer funcionar el equipo de radio. No encontramos nada. Tratamos de probar un enlace con el equipo de mano.Fue en ese momento cuando salió un comunicación entre los ROA que buscábamos y Puerto Argentino.
Tratamos de comunicarnos pero no nos recibían. En ese momento nos dimos cuenta de que habían sido atacados y que estaban replegando hacia Puerto Argentino.
Psicológicamente eso fue peor, porque no podíamos informarles nada acerca de la invasión. Debíamos proseguir adelante, estábamos siendo encerrados entre la primera línea enemiga y su retaguardia. Calculábamos que el ataque se efectuaría en menos de una semana, así que tuvimos que dejar de lado todo el cansancio de muchos días sin dormir, de muchos sin comer. El objetivo era claro, uno de los cuatro tenia que llegar.
A la noche siguiente encontramos una estancia. Luego de una minuciosa inspección del área, comprobamos que allí se encontraban dos vehículos. Habíamos encontrado lo que hacía falta, “la batería”. Luego de cortar la línea telefónica irrumpimos en la casa. Allí vivían dos matrimonios, en ese momento se encontraban muy asustados, pero poco a poco se fueron calmando. Les pedimos batería pero no logramos hacer contacto con Puerto Argentino, entonces decidimos llevarnos el vehículo; a lo cual no se opusieron, previa promesa de que lo cuidariamos ya que era privado. Para inmovilizarlos momentáneamente les dijimos que éramos la avanzada de una compañía que venia detrás, que no intentaran hacer nada.
Seguimos la marcha con las luces del vehículo apagada, le habíamos cortado el cable para que no funcionara el stop de las luces de freno. Con la batería probábamos la radio, pero no logramos establecer comunicación. Los visores nocturnos nos servían como guía para avanzar por el camino mientras estábamos atentos por cualquier ataque de “ palas” enemigos.
Sabíamos que viajábamos dentro de un ataúd con ruedas pero debíamos pasar Fitz Roy y luego de eso, el monte Challenger: propia tropa.
Entramos en el pueblo, nos dirigimos al centro del mismo, pudimos arreglar el equipo y pasamos toda la información que poseíamos, inclusive los sucesivos pasos que habían realizado para tomar Darwin y Pradera del Ganso (Goose Green) y cual eran el modus operandi que estaban empleado para atacar Puerto Argentino; y otros datos de importancia.
Nos ordenaron replegar bordeando la entrada del mar. Les informamos que era imposible ya que estaba ocupada por el enemigo; también nos informaron que el puente había sido volado por nuestros ingenieros. Como no podían enviar un “pala” nuestro para rescatarnos y siendo el pueblo de la contra, nos hicieron esperar nuevas órdenes.
Nuestro equipo se reducía a un fusil cada uno con 20 proyectiles, anteojos nocturnos, anteojos de campaña, equipo de radio, algunas claves, frecuencia y mapas. Cuando amaneció estabamos completamente rodeados por el enemigo. Alcanzamos a destruir el equipo que llevábamos y fuimos tomados prisioneros.
Revisaron el vehículo y por temor a que a que hubiéramos colocados trampa caza bobos, llevaron a mi compañero y le hicieron revisar todo. De allí nos llevaron a una casilla, donde nos interrogaron esa misma noche. En base a los datos pasados, fue cañoneada la zona; les costó muchas bajas y dos días después, éramos llevados a Pradera del Ganso (Goose Green) donde nos encontramos con el resto de los prisioneros."
Un abrazo, QUEKA
Aunque 30 años después suene algo frío, les aseguro que la presión psicológica que recibe un POA es terrible: sabe que es carne cañón necesaria, que casi seguro no recibirá apoyo para un rescate (Por eso nos alegró lo del Bigüá, ya que antes solo se había logrado con el Alf. Blázquez, luego de ser atacado su POA por FFEE inglesas), que de su información penden vidas y materiales propios y del mantenerse despierto, más bajas a personal y material del ENO.
No hacíamos fuego, había heridas aún no curadas de antes (Pero sólo lo sabían el indio Miranda y Beranek, los médicos nuestros, no fuera cosa que por eso nos desafectaran), machuques propios de la marcha:
"
El rescate se demoró mucho ya que con la nevada era imposible ubicarlos. Finalmente los hallaron y posteriormente vino a nuestra posición a llevarnos a nosotros también; pero de Puerto Argentino, nos ordenaron mantener la posición y en este momento supimos que no íbamos a tener ninguna otra oportunidad. Era necesario que nosotros nos quedáramos allí para informar cuando el enemigo empezara su avance hacia Puerto Argentino.
Tres días después, ocho “palas” enemigos avanzaron hacia Puerto Argentino por la costa, motivo por el cual volteábamos la carpa, efectuamos la comunicación correspondiente y ocupamos posiciones por si atacaban. Los “palas” enemigos descargaron casi todo su fuego contra otras posiciones muy cercanas a la nuestra donde había una patrullera de prefectura semihundida. Al regresar pasaron sobre nuestras posición. Colocamos las strim a nuestros fusiles y nos aprontamos para recibir el fuego enemigo. Como no les quedaba más armamento, sólo nos pasaron por arriba y se dirigieron rápidamente a Darwin. Esto nos dio tiempo de recoger el equipo de radio y emprender el repliegue a Puerto Argentino.
Apenas habíamos hecho dos kilómetros se vinieron encima de nuestra posición lanzando cohetes. Nos metimos dentro de un pequeño arroyo, nos camuflamos y esperamos que se hiciera de noche ya que venían buscándonos por todos lados.
Una vez que oscureció el soldado que había estado con los civiles recordaba un diálogo que había tenido con uno de ellos, el cual le había dicho que en tal rumbo se encontraba la posición de otro ROA de Puerto Argentino; así que con la brújula y el mapa nos dirigimos al monte Pleasent, en el cual supuestamente deberían estar los nuestros.
La nevada, el frío y el principio de congelamiento habían comenzado a ponernos las trabas para no poder llegar. Avanzamos parte de la noche con los “palas” enemigos constantemente pisándonos los talones, pero no pudimos proseguir ya que había un río correntoso y como la neblina estaba al ras del piso el visor nocturno no tenía gran efectividad.
A las dos horas, cuando amaneció y comprobamos que no era profundo, nos sacamos parte de la ropa y lo cruzamos; nos dañó muchísimo los pies y se agravó el problema del congelamiento en nuestras piernas y pies.
Gracias a que había 0 de techo y no más de 50 metros de visibilidad pudimos proseguir la marcha durante el día. Lo hacíamos por las alturas ya que en las zonas bajas la bruma era mucho menos densa. Pudimos avanzar bastante pero a las 11 de la mañana del día tres de junio y pese a esas condiciones climatológicas se nos vinieron encima y nos tiramos en un barranco escondiéndonos dentro de un arroyo cubiertos con plantas sobre la cabeza.
Nos quedamos allí hasta las 18:00 Hs, habíamos marcado en nuestro mapa el lugar donde nos encontrábamos; le tomamos el tiempo a los helicópteros. Pasaban sobre nuestra vertical y volvían a pasar en sentido contrario. Así podíamos apreciar en donde estaban dejando el personal y equipos.
Sentíamos una gran impotencia ya que con las granadas antitanque, hubiésemos podido hacer estragos, pero hubiéramos sido descubiertos y la información que poseíamos no habría podido llegar a destino.
Había que pasar desapercibidos y encontrar una batería para poder utilizar el equipo, las luces de avanzada enemiga nos había sobrepasado unos 50 Km, aproximadamente y habiamos cubierto parte del trayecto observando todos sus movimientos. El objetivo era claro: había que proseguir a toda costa. Carecíamos de alimentos ya que lo poco que teníamos, lo íbamos dejando en el camino; había que aligerar el peso, de lo contrario nos retrasaría y los minutos eran fundamentales. El agua la guardábamos en una caramañola que compartíamos entre los cuatro. La obteníamos, cuando teníamos suerte, de algún hilo de agua que corría por pequeños surcos en la tierra, cuando no, en charcos estancados. Luego de muchas horas de permanecer en ese lugar, nuestro cuerpo no resistía más.
Cuando anocheció proseguimos la marcha y llegamos a una casa que quedaba al pie del monte que buscábamos. La rodeamos comprobando que no había nadie y tratamos de conseguir una batería para poder hacer funcionar el equipo de radio. No encontramos nada. Tratamos de probar un enlace con el equipo de mano.Fue en ese momento cuando salió un comunicación entre los ROA que buscábamos y Puerto Argentino.
Tratamos de comunicarnos pero no nos recibían. En ese momento nos dimos cuenta de que habían sido atacados y que estaban replegando hacia Puerto Argentino.
Psicológicamente eso fue peor, porque no podíamos informarles nada acerca de la invasión. Debíamos proseguir adelante, estábamos siendo encerrados entre la primera línea enemiga y su retaguardia. Calculábamos que el ataque se efectuaría en menos de una semana, así que tuvimos que dejar de lado todo el cansancio de muchos días sin dormir, de muchos sin comer. El objetivo era claro, uno de los cuatro tenia que llegar.
A la noche siguiente encontramos una estancia. Luego de una minuciosa inspección del área, comprobamos que allí se encontraban dos vehículos. Habíamos encontrado lo que hacía falta, “la batería”. Luego de cortar la línea telefónica irrumpimos en la casa. Allí vivían dos matrimonios, en ese momento se encontraban muy asustados, pero poco a poco se fueron calmando. Les pedimos batería pero no logramos hacer contacto con Puerto Argentino, entonces decidimos llevarnos el vehículo; a lo cual no se opusieron, previa promesa de que lo cuidariamos ya que era privado. Para inmovilizarlos momentáneamente les dijimos que éramos la avanzada de una compañía que venia detrás, que no intentaran hacer nada.
Seguimos la marcha con las luces del vehículo apagada, le habíamos cortado el cable para que no funcionara el stop de las luces de freno. Con la batería probábamos la radio, pero no logramos establecer comunicación. Los visores nocturnos nos servían como guía para avanzar por el camino mientras estábamos atentos por cualquier ataque de “ palas” enemigos.
Sabíamos que viajábamos dentro de un ataúd con ruedas pero debíamos pasar Fitz Roy y luego de eso, el monte Challenger: propia tropa.
Entramos en el pueblo, nos dirigimos al centro del mismo, pudimos arreglar el equipo y pasamos toda la información que poseíamos, inclusive los sucesivos pasos que habían realizado para tomar Darwin y Pradera del Ganso (Goose Green) y cual eran el modus operandi que estaban empleado para atacar Puerto Argentino; y otros datos de importancia.
Nos ordenaron replegar bordeando la entrada del mar. Les informamos que era imposible ya que estaba ocupada por el enemigo; también nos informaron que el puente había sido volado por nuestros ingenieros. Como no podían enviar un “pala” nuestro para rescatarnos y siendo el pueblo de la contra, nos hicieron esperar nuevas órdenes.
Nuestro equipo se reducía a un fusil cada uno con 20 proyectiles, anteojos nocturnos, anteojos de campaña, equipo de radio, algunas claves, frecuencia y mapas. Cuando amaneció estabamos completamente rodeados por el enemigo. Alcanzamos a destruir el equipo que llevábamos y fuimos tomados prisioneros.
Revisaron el vehículo y por temor a que a que hubiéramos colocados trampa caza bobos, llevaron a mi compañero y le hicieron revisar todo. De allí nos llevaron a una casilla, donde nos interrogaron esa misma noche. En base a los datos pasados, fue cañoneada la zona; les costó muchas bajas y dos días después, éramos llevados a Pradera del Ganso (Goose Green) donde nos encontramos con el resto de los prisioneros."
Un abrazo, QUEKA
Nicolas Kasanzew
Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
Estimado Infante Argentino, En aquellos tiempos el ciclo era Macchi, A-4 y Super Etendart; por motivos de su orientacion como fotointerprete y fotografia aerea, cuando Molteni debía pasar a A-4 lo designaron para ir a EEUU a buscar un sensor infrarojo. Operó como fotointerprete en la Argentina y despues, de teniente de navio, lo desigaron Comandante de la Escuadrilla de Reconocimiento. Cuando terminó esa etapa, fue de Jefe de Aviación al portaaviones en el conflicto con Chile, hizo la Escuela de Guerra y volvió a Macchi, en el 80 de Segundo Jefe y 81 y 82 de Comandante. El ciclo de Macchi lo tenia cumplido, pero no el de la carrera tipo de Piloto Aeronaval de Ataque.
Un abrazo!
Un abrazo!
QUEKA
Nuevamente fantastico que el Comodoro Mario EGURZA colabore con este subforo...como todo buen POA..CUMPLIÓ CON SU PALABRA!!!! cuando nos despedimos hace unos dias de una visita relampago al Edificio Condor.
Para los Foristas y Visitantes,tienen en estos dos posts muchas de las preguntas que me formulaban en los comienzos de este subforo y que Yo muy escuetamente les contaba,ya que.... siempre he comulgado con la VERDAD DEL TESTIMONIO VIVO...el del protagonista,para evitar tergiversaciones,interpretaciones personales y hasta algun desatino de ¿SERA VERDAD???...muchas veces pienso que alguien con desconocimiento del ambiente operacional en que nos moviamos,tuvo ese pensamiento...bueno Amigo Forista y Visitante,se van cerrando las historias,para que CREAS!!!! que no eran tan buenos!!!!
Tambien con la participacion de Andy y ahora Mario,pueden conocer mas al detalle ,que fue ese espiritu de combate de la ROA CONDOR...
Muchas gracias al POA MIKE-7
BIGUÁ
Nuevamente fantastico que el Comodoro Mario EGURZA colabore con este subforo...como todo buen POA..CUMPLIÓ CON SU PALABRA!!!! cuando nos despedimos hace unos dias de una visita relampago al Edificio Condor.
Para los Foristas y Visitantes,tienen en estos dos posts muchas de las preguntas que me formulaban en los comienzos de este subforo y que Yo muy escuetamente les contaba,ya que.... siempre he comulgado con la VERDAD DEL TESTIMONIO VIVO...el del protagonista,para evitar tergiversaciones,interpretaciones personales y hasta algun desatino de ¿SERA VERDAD???...muchas veces pienso que alguien con desconocimiento del ambiente operacional en que nos moviamos,tuvo ese pensamiento...bueno Amigo Forista y Visitante,se van cerrando las historias,para que CREAS!!!! que no eran tan buenos!!!!
Tambien con la participacion de Andy y ahora Mario,pueden conocer mas al detalle ,que fue ese espiritu de combate de la ROA CONDOR...
Muchas gracias al POA MIKE-7
BIGUÁ
Naval
Veterano Guerra de Malvinas
Nicolas Kasanzew, post: 1213871, member: 6939"] dijo: Tuve el honor y el gusto de pasar muchas horas en compañía del capitán Carlos Alberto Molteni en Malvinas. Un tipazo.
Estimado Nicolás: si, señor, es un tipazo. Si Ud en alguna oportunidad lo ve, dígale que "en la vida" hay un ex subalterno suyo que lo recuerda muy bien. Yo era cabo 2º en Río Grande, cuando él era 2º Cmte. de la Base...ni me debe ubicar...pero guardo gratos recuerdos de él.
Un abrazo para Ud y otro para él
Estimado Nicolás: si, señor, es un tipazo. Si Ud en alguna oportunidad lo ve, dígale que "en la vida" hay un ex subalterno suyo que lo recuerda muy bien. Yo era cabo 2º en Río Grande, cuando él era 2º Cmte. de la Base...ni me debe ubicar...pero guardo gratos recuerdos de él.
Un abrazo para Ud y otro para él
Nicolas Kasanzew
Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
Estimado Naval, le acabo de mandar a Molteni sus saludos y también el link de esta página.
Le pedi tambien que me avise si vuelve a cantar en algún reducto tanguero, así puedo ir a escucharlo,
si es que coincide con algún viaje mío a la Patria. Un abrazo.
Le pedi tambien que me avise si vuelve a cantar en algún reducto tanguero, así puedo ir a escucharlo,
si es que coincide con algún viaje mío a la Patria. Un abrazo.
Naval
Veterano Guerra de Malvinas
Muchas gracias, Sr Nicolás (Ud me cae muy bien, le aseguro): una generosidad de su parte, que agradezco. Al Sr CC Molteni lo aprecié siempre...y me gustaría saber si él se acuerda de eso que conté, de cuando le vomitaron la gorra....jaaaa...y yo, triste cabo 2º, iba de testigo ahí, en ese avión....Post Malvinas, al leer la historia de la guerra (que estoy seguro muchos la vamos conociendo en el "después", en el Post MLV...hubo 14 mil guerras), me siento orgulloso de saber que él fue uno de los que me sobrevolaron (como Castro Fox, que hizo el viaje en la Fragata Libertad conmigo cuando se iba a recibir de Guardiamarina), sin saber que yo estaba debajo y sin yo saber que él era el piloto de ése avión que pasaba rumbo al combate, o volviendo de él....y yo sé por experiencia propia lo que daba el Tte. Molteni...la guerra hizo que él y yo, en diferentes lugares lucháramos juntos, pero cada uno "su" guerra....Yo fui subalterno de él más o menos en el año 73/74 en la Base Aeronaval de Río Grande. Como Jefe de la Base tenía al Cap. Barry Melbourne Hussey...que también tuvo intervención en MLV...grandes recuerdos del Cap. Hussey, too
Abrazo grande, y siga en su lucha...yo le cuido las espaldas en lo que pueda...
Abrazo malvinero
--- merged: 20 Jul 2012 a las 01:25 ---
Estimado Nicolás: termino de ver el video del CC Molteni cantando tangos...canta bien, pero prefiero ser pasajero de un avión piloteado por él, aunque le vomiten la gorra....jaaaaa
Abrazo
Nicolas Kasanzew
Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
Gracias por sus palabras, Naval. Es recíproco! En cuanto a Molteni, ya le transmití la pregunta. Un abrazo.
Andrés A. Gazzo
Veterano Guerra de Malvinas
UN ABRAZO A TODOS LOS AMIGOS FORISTAS Y VISITANTES, YA QUE AQUÍ NOS UNE ALGO EN COMUN QUE ES NUESTRA QUERIDA PATRIA. QUE TENGAN UN MUY BUEN DIA DEL AMIGO JUNTO A SUS SERES QUERIDOS, ESTEN DONDE ESTEN Y BUEN FIN DE SEMANA.
QUEKA
QUEKA
Amigos Foristas y Visitantes de Zona Militar,desde este pedacito de Malvinas que es este subforo,quiero transmitirles con mi KENWOOD TR-2400...FELIZ DIA DEL AMIGO!!!!!.
Les deseamos los integrantes del POA "BIGUÁ"...si quieren mandarnos una carta esta es nuestra direccion:
POA BIGUA-ROA CONDOR-BAM CONDOR
Lafonia-Isla Soledad-Islas Malvinas
Pcia de la Tierra del Fuego e Islas del Atlantico Sur
REPUBLICA ARGENTINA
Les deseamos los integrantes del POA "BIGUÁ"...si quieren mandarnos una carta esta es nuestra direccion:
POA BIGUA-ROA CONDOR-BAM CONDOR
Lafonia-Isla Soledad-Islas Malvinas
Pcia de la Tierra del Fuego e Islas del Atlantico Sur
REPUBLICA ARGENTINA
Nicolas Kasanzew
Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
Feliz Día, Amigos!
Amigo Naval, esto me respondió Molteni:
Con respecto al vomito creo que fue cuando con un C-45 Bimotor nos fuimos a Calafate y sobrevolando el glaciar habia una linda turbulencia que hizo que los pasajeros, entre ellos mi familia, entregaran el almuerzo calafateño, se uso mi gorra pero mas que nada una bolsa que teniamos treparada para tirar papeles en una fiesta en Grande- lindas epocas y el que lo comenta debe haber sido el mecanico del avion, te dire que la gente de la Base Aeronaval Alte. Hermes Quijada- Rio Grande (ahora le cambiaron el nombre) era de primera, tengo siempre lindisimos recuerdos con ellos en 1973.
Amigo Naval, esto me respondió Molteni:
Con respecto al vomito creo que fue cuando con un C-45 Bimotor nos fuimos a Calafate y sobrevolando el glaciar habia una linda turbulencia que hizo que los pasajeros, entre ellos mi familia, entregaran el almuerzo calafateño, se uso mi gorra pero mas que nada una bolsa que teniamos treparada para tirar papeles en una fiesta en Grande- lindas epocas y el que lo comenta debe haber sido el mecanico del avion, te dire que la gente de la Base Aeronaval Alte. Hermes Quijada- Rio Grande (ahora le cambiaron el nombre) era de primera, tengo siempre lindisimos recuerdos con ellos en 1973.
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